Ácido hialurónico

El ácido hialurónico es una sustancia que se utiliza para alisar arrugas faciales de moderadas a graves, así como pliegues alrededor de la nariz y la boca o dar forma a los contornos faciales.

El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra en diversos tejidos blandos. Tiene la capacidad de retener agua, es el máximo responsable de la hidratación de la piel y necesario para la producción de colágeno, que es el esqueleto de nuestra piel.

Con el paso del tiempo los niveles de ácido hialurónico disminuyen con la edad y va desapareciendo de nuestra piel, esta pierde firmeza e hidratación, según avanzan los años, se vuelve más fina, comienzan a aparecer las arrugas superficiales y el rostro tiende a tener un aspecto deshidratado, flácido y con falta de elasticidad.

El ácido puede producirse sintéticamente y purificarse para utilizar como un relleno
inyectable de tejidos blandos. Mediante la infiltración de esta sustancia en las distintas capas y compartimentos de la cara se consigue contrarrestar los efectos del envejecimiento, reemplazando el volumen perdido y la formación de arrugas.

Al tratarse de un producto reabsorbible los resultados no son definitivos, su permanencia en la zona de infiltración es variable en función del producto utilizado. Es necesario continuar con tratamientos a fin de mantener los efectos.

Entre 15 y 30 minutos.

Es un procedimiento en general muy bien tolerado, si fuera necesario, es posible utilizar bloqueos nerviosos, inyecciones de anestésicos locales o de aplicación tópica.

Los más frecuentes:

Inflamación.
Enrojecimiento.
Hematomas.

Los menos frecuentes:

Asimetrías.
Infección.
Reacciones alérgicas.
Granulomas.